lunes, 9 de abril de 2018

Night of blood (Último capítulo)


Capítulo VI

El hombre mimó su movimiento, al unísono. Relámpagos aparecían de vez en cuando, repentinamente y sin anunciarse. Su fulgurante luz azul metálica penetraba en el interior del cuarto, alumbrándolo por completo, aunque por un breve momento, como el flash de una cámara, sin embargo no era tan fúlgida para poderlo alumbrar y darle una precisa identificación. 
Se detuvo. Estaba a unos centímetros de él, del vidrio. Con el metal del cuchillo lo golpeó, tres veces, como si quisiera llamar su atención, como el repiqueteo de un pájaro carpintero. Un último destello irrumpió en el cuarto, alumbrando su espejo, el reflejo de Mike fue al fin alumbrado con más nitidez. 
—Papá, no puedo dormir. Tengo miedo —una aguda voz se introdujo por la puerta del cuarto, una pequeña silueta, su próxima víctima, entró adentro—. ¿Papá? ¿Mamá? —Estaba aterrorizado, sus ojos trataban de encontrarlos. 
Mike acercó el cuchillo a su rostro, a sus labios, y sonrió, su sonrisa era aún más perturbadora.

lunes, 2 de abril de 2018

Night of blood (Capítulo V)


Capítulo V

Besó mansamente la frente de su esposa y la apoyó dulcemente en el suelo, como una madre colocaría su hijo en su cuna. En ese momento su mano acarició algo de frío, pero al mismo tiempo caliente. Era el arma del delito, manchas rojizas confirmaban su recién uso. Lo aferró, delicadamente y con un movimiento involuntario, como si fuera un objeto extremadamente frágil, de cristal. Se incorporó de la cama y se dirigió hacia él. 
El hombre ahora estaba de pie y él también estaba avanzando, junto a él. Mike hesitó por un momento, un escalofrío recorrió de nuevo su cuerpo, sacudiéndolo como si hubiera entrado en contacto con una ligera sacudida eléctrica. Cada vello de su cuerpo se había enderezado, la piel de gallina lo había invadido por completo. 
Tomó un profundo respiro y siguió hacia adelante.

lunes, 26 de marzo de 2018

Night of blood (Capítulo IV)


Capítulo IV

Él se había despertado hace unos quinces minutos. Algo de húmedo y caliente había sido absorbido por su pijama y había llegado a acariciar su áspera piel mulata. Cuando trató de encender la luz se dio cuenta que se había ido, pero pronto, gracias a la luz de la luna y a los breves destellos del cielo, pronto pudo reconocer ese líquido rojizo y, acercándose un poco más, también su origen. Allí estaba, a los pies de la cama. El rostro de ella, más cándido de lo que solía ser su piel. Sus ojos estaban abiertos, habían perdido esa grande vitalidad y vivacidad que alumbraban los días de Mike, pero no el terror y la abominación de lo que le había hecho ese hombre. Su cuerpo había sido convertido en un alfiletero, varias puñaladas habían abierto su piel. Si el desangramiento o el dolor había sido la causa de su muerte, solo ella lo sabía, un secreto que dicho permanecería así para siempre. 
—¿Qué más quieres? —tronó Mike, apretando el frío cuerpo de su esposa. 
El asesino seguía observándolo, firme e inerte, estaba como gozando de ese momento, parecía que el terror que estaba emanando el cuerpo de Mike, como si fuera un apreciado efluvio, fuera solo una simple diversión para él. Pero, ¿por qué ahora no hacía nada? Eso Mike no lo comprendía y además ese silencio lo estaba martirizando.

lunes, 19 de marzo de 2018

Night of blood (Capítulo III)


Capítulo III

Estaba sentando en el suelo, como si estuviera saboreando el sufrimiento del pobre Mike, como un cualquier programa de entretenimiento de una tarde de un domingo de verano. 
Mike bajó su mirada hacia su mesita de noche, donde descansaba su celular, al lado de su radio despertador, el cual entre dos horas sonaría. Manchas de sangre evidenciaban los números que había marcado. El ciento cinco. Le había dicho que pronto llegarían, unos veinte minutos, máximo treinta, pero él no sabía, ni podía imaginar, lo que podrían encontrar si no hubieran llegado en tiempo. Todo lo que había visto en las películas de policía no era nada comparable a la realidad, nada que pudiera preparar una persona a la vista del verdadero sangre de una persona, sobre todo de un ser querido. 
Miró nuevamente hacia el hombre. 
—No pude hacer nada… no pude hacer nada… —susurró, sacudiendo ligeramente su cabeza—. ¿Qué voy a hacer ahora? —Lloró, se secó de inmediato los ojos, sus manos impregnadas de sangre mancharon sus parpados. 
—¿Cómo pudo suceder esto?

lunes, 12 de marzo de 2018

Night of blood (Capítulo II)


Capítulo II

Se volvió hacia una plataforma fría y lisa. Estaba lloviendo. Un destello partió el cielo, era un relámpago. Su corazón sobresaltó, latió como una máquina de coser. Una silueta se entrevió del otro lado, lo estaba mirando fijamente, con una sonrisa perturbadora. Él estaba totalmente a oscuras, la luz se había ido, empero podía notar esa sonrisa, dilatada y satisfecha por lo que había hecho a esa mujer. Tal vez no lo veía, pero percibía esa sensación, esa sensación sádicamente psicópata. 
—¿Por qué? ¿Por qué? —sollozó, apartó su mirada y escondió nuevamente su rostro en el crespo cabello de su esposa, el cual estaba perdiendo su fragancia de durazno—. ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué la mataste? —Levantó su mirada. 
Otro destello, un impetuoso trueno hizo temblar las ventanas, también la casa. La silueta permanecía inerte tras ese vidrio, observándolo, como si fuera simplemente su sombra.

lunes, 26 de febrero de 2018

Night of blood (Capítulo I)

Capítulo I

—Mira que te hizo —sollozó Mike, su cuerpo temblaba como una hoja lista para descender de un árbol en otoño—. Oh, cielo… Mi amor…. —Un cuerpo yacía en sus delgados brazos, sangre vertía de varias partes de él.
Mike estaba llorando sobre ella, su esposa, su largo cabello estaba reprimiendo sus doloridos llantos, además de acariciar sus mejillas, el último cariño que recibiría de ella. Se mecía como un caballo mecedor abrazándola briosamente, como si pudiera preservar su alma en su cuerpo, y murmullando su nombre, como el susurro de un mar recién despierto. Su voz era instable, algo estridula y cortante. Lágrimas descendían de sus ojos, se deslizaban por su mejilla para luego saltar hacia el rostro de su esposa, cerca de su ojo derecho, dejando la impresión que ella también estuviera llorando junto a él. Mike nunca había llorado en su vida, ni cuando habían muerto sus padres, esa era su primera vez.

martes, 30 de enero de 2018

Mortal Love (Último capítulo)

Capítulo VI

Desafortunadamente, como su amor había nacido de improviso, como un brote que florece en primavera y muere en invierno, también había acabado. Como el interruptor on y off de la luz, como un hechizo, como un aleteo de un colibrí. Fin.
Él había siempre creído que su amor vencería cualquier obstáculo, pero el que se presentó no fue un simple inconveniente. Aquel día fueron al hospital por un malestar de Addy. Parecía grave, pero era más grave de lo que hubieran podido pensar. El doctor le había diagnosticado cáncer al colon, muy avanzado, pero no se desmoralizaron. Su esposa luchó, luchó con uñas y dientes. Esos días fueron los peores para él, ni hablar de ella. Y al fin, siendo positivos, esperaron los últimos resultados. Pero, lamentablemente, no lo había vencido. Ella no viviría.
Esa noticia fue un disparo directamente hacia el corazón de Lucas, o más bien varios disparos en todo su cuerpo antes de llegar a su corazón. Por un día entero permanecieron tendidos en la cama, en el cuarto de ellos, tratando de digerir la noticia o intentando al menos de despertarse de esa horrible pesadilla.
Al día siguiente fue la misma Addy que reaccionó. Por cierto no quería que su vida se concluyera de tal manera, no en ese estado, no con esos recuerdos. Habló con su marido y realizó una lista con las cosas de hacer antes de morir. Eran como doscientos y, por cuanto pudieran ser increíble, la realizaron, todas y juntos. Lucas había dejado hasta su trabajo para realizar esos innumerables deseos, sin pensar a las consecuencias, pero la verdad es que no le importaba.
Y al fin toda esa descabellada diversión tuvo duración cuatro meses, luego esa llama vivaz que danzaba en sus ojos se apagó, como si alguien hubiera soplado demasiado fuerte. Lucas había tenido su día más feliz y su día más triste de su vida.

Probablemente es por eso que ahora se encontraba allí, tal vez muchos de ustedes no aprobarán su decisión, lo juzgarán, otros en cambio probarán comprensión por él. Empero, como no se podía comprenderlo. Algunos saben las emociones que el amor permite experimentar, positivas y negativas que sean, y una vez probado ese elixir, en cierto sentido de larga vida, por ellos es imposible volver atrás, saboreando sentimientos inferiores. El viudo Lucas lo sabía perfectamente, es por eso que actuó de esa manera. Respiró profundamente. Miró hacia abajo y respiró de nuevo. Luego cerró los ojos y sonrió.
“Pronto nos veremos”, susurró en su mente y con la misma sonrisa hizo un paso hacia adelante, hacia el vacío.