miércoles, 18 de noviembre de 2015

New life (Capítulo V)

Capítulo V

- ¡Señor Long! - gritó el oficial. - ¡Señora Long! - 
Alicia se despertó asustada y se extendió hacia adelante, su corazón palpitaba violentamente y su mente estaba aún aturdida por el sueño. Escuchó de nuevo la voz del policía y se volteó rápidamente a su marido sacudiéndolo vigorosamente.- Peter, Peter, ¿escuchaste? - prendió la lámpara de su mesita de noche.
Con leve murmurio abrió los ojos y la miró. - ¿Qué? - preguntó con voz ronca.
- ¿No escuchaste? - señaló las escaleras con un gesto de la cabeza.
Peter se quedó en espera, luego de algunos segundos la voz del oficial retumbó nuevamente y una densa luz penetró poco a poco en el cuarto.
- ¿Qué pasa, agente? - interrogó Peter incorporándose.
Apresuradamente se puso los pantalones y se fue en contra del oficial armado de pistola y una linterna sobre de ella, la cual emanaba aquella fuerte luz azul que revestía las paredes de la casa con inquietantes sombras.
- ¿Novedades? - preguntó Peter preocupado.
- ¿Están todos bien? - respondió.
- Sí, ¿por qué? - se alarmó aún más.
- ¿Han visto a alguien en la casa? - 
- No, agente, ¿qué está sucediendo? - tronó Peter.
- El intruso volvió… mi colega está muerto. - bajó la mirada por algunos segundos. - Encontré la puerta abierta y pensé que había entrado. Revisé abajo, pero nada, por lo tanto… -
- ¿Está arriba? - susurró Peter terminando la frase.
El oficial asintió.
- ¿Alicia? - la llamó Peter subiendo las escaleras.
- ¿Qué pasa? - preguntó al ver su marido entrar en el cuarto seguido por el oficial.
- Permanezca en el cuarto con su esposa y su hijo, por mayor seguridad enciérrense a llave. - ordenó. - Yo controlaré este piso y luego pediré a la central una ambulancia y refuerzos, ¿están de acuerdo? -
- De acuerdo. - respondió Peter.
El oficial prosiguió hacia el cuarto del hijo de los Long mientras Peter cerró la puerta y la selló a llave. Se sentó al lado de Alicia y ella, preocupada, lo miró en espera de alguna explicación.
- Entonces, ¿qué está pasando? - insistió indignada por ser dejada a media luz.
Peter la observó. - Bueno… ese hombre ha aparecido otra vez y… y ha matado al otro agente, ahora probablemente está en nuestra casa. -
- ¡Dios mío! - se llevó la mano sobre la boca.
- No te preocupes, todo irá bien. - la aseguró abrazándola. - Llamará los refuerzos, lo capturarán. -
Se quedaron sentados al lado de Timmy de cual sueño no había sido violado y con el oído hacía el externo seguían los pasos del oficial que se mudaba de cuarto a cuarto y recorría con diligencia su interno. No obstante los pasos del policía eran los únicos ruidos que se levantaban en la casa como el chasquido de un lavabo que gotea.
Al fin un rayo de luz azul pasó debajo de la puerta y no prosiguió más de diez centímetros de ella, la luz se topaba con la amarilla de la lámpara, pero salía bien ganadora y permitía que la sombra del oficial se adentrara en el interno hasta donde le era admitido.
- La casa está vacía. - anunció. - Me encamino al auto. -
- ¿Y nosotros? - preguntó Alicia.
- Yo creo que sea más seguro para ustedes si se quedan acá, ¿Tienen un celular o un teléfono? - averiguó.
-Sí. - asintió Peter mirando la mesa de noche al lado derecho de la cama.
- Perfecto. Si no vuelvo en cincos minutos vuelven a llamar a la central y describan lo que ocurrió. - ordenó.
- De acuerdo. - confirmó Peter.
Los pasos del oficial se desvanecieron poco a poco en el silencio de la noche y pronto en la casa se quedó solo la familia Long. Peter se levantó y se colocó a la ventana sur del cuarto y aguzó la vista hacia la oscuridad en busca de cualquier movimiento que pudiera percatar. La misma acción la copió para la segunda ventana e hizo ida y vuelta cada quince segundos.
A la cuarta acción algo llamó su atención y como una bicicleta sin de frenos se dirigió a la puerta.
- Lo vi, es él, tengo que advertirlo. Cuando acabe de salir, vuelve a cerrar. - dijo austero.
- No, espera… es muy peligroso. - se interrumpió, ya se había disuelto en la oscuridad.
Se levantó y corrió hacia la puerta, la cerró, pero no tranquila la obstáculo con un grueso mueble y encendió todas las luces del cuarto, después regreso junto a su hijo. El brusco y repentino movimiento de la madre lo despertó y abriendo sus pequeños ojos soñolientos la llamó con voz penetrante.
- Estoy aquí, cariño. - le acarició la frente.
- ¿Dónde está papá? - preguntó, su tono estaba complacido como si lo que había sucedido hubiera encontrado su rincón en los lugares más profundos de su subconsciente.
- Se fue un momento abajo. - respondió omitiendo cada detalle.
- ¿Y por qué bloqueaste la puerta? -
- Eso… fue idea de papá, quería que nos quedáramos a salvo… - le dio un beso en la frente. - Deberías todavía dormir, mi creatura, es temprano para estar despierto. -
- Se me quitó el sueño. - la contradijo con un minúsculo bostezo.
La madre sonrió. - Bueno, entonces te cantaré una de mis canciones de cuna. -
- Pero, mamá… ya no soy un niño, no me hará dormir. - la desmentí.
Alicia lo ignoró y empezó a cantar. Su delicada y cándida voz envolvió el cuerpo del pequeño Timmy como una manta caliente y, al contrario de lo que había negado, sus parpados iniciaron a declinarse; un segundo después su respiro se había vuelto a ser mas profundo.

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